4 jul 2006

Un regalito...

-Tengo un amiguito nuevo... me gusta :)

No sé qué va a pasar, pero de todas maneras se me ha inculcado el "Carpe Diem" que, aunque me es muy difícil aplicarlo, creo q es necesario tenerlo en mente.

En este minuto, se me pasa por la mente un derrumbre... un terremoto, algo así. Estoy trabajando en una empresa que está en el borde de un abismo... se va un pilar importante y no sé que va a pasar... aunque no deberia importarme tanto, mañana me van a dar un ultimátum... "te quedas con mil y una responsabilidades de las que no tienes idea como proceder" o " te vas".

Bueno... retomo el tema del amigo.

Leí la fantasía del metro de mi colega escritora nacca-style, y me acordé de la teoría de mi abuelita, "del príncipe del metro". A quién no se le ha pasado por la mente que quizás, ahí, en el mismo vagón del metro que tú, esta esa persona... que te queda mirando fijo, y se te acerca...

A mi me pasó con un mino de rulitos. En una venta de bodega de perfumes, para la navidad pasada, uno de los que atendía, era un hippie, al mejor estilo de mi amiga pescadora Maca, con un chaleco tipo Perú, y el pelo chascón. Una sonrisa hermosa y ese típico gesto de chinito cuando se reía...

Es posible "enamorarse" en un instante? En este minuto sentí mariposas en mi guata... Me "enamoró".

Me fui, tipo como en las películas románticas, mirando hacia atrás, esperando la mirada de él. Nada pasó. Pero al igual que en el relato de mi colega (http://el-individuo.blogspot.com), llegué comentando de él...

Pasó algún tiempillo, y me subí al metro. Vi una peluca chascona y crespa en el vagón siguiente, de espalda. Un chaleco peruano?? Un morral? No... no puede ser

El hippie!.. .

Metro, línea 5. Estación San Joaquín.

Todos los lolos y lolas que viajan en la línea 5 esperan bajarse aquí. Es un sueño frustrado mío.

Y así lo hizo él. De repente pensé en bajarme detrás, tenía tiempo.. pero, qué mierda iba a hacer si bajaba? hablarle? perseguirlo en secreto?

No.
Se fue, y la teoría de mi abuela "ahora sí que vas a encontrar a tu príncipe azul en el metro" siguió siendo un mito.

Sin embargo, el niño que me hizo un regalito hoy, que también tiene esos ojitos que se ríen solos, que ponen el gesto chinito, y ocultan el azul de su iris, entró a mi vida de una manera particular. Quizás no en el metro, pero sigue siendo una aventura....

No sé qué va a pasar... Sólo espero que me la gane el Carpe Diem...